Little Italy para poner a prueba todos los sentidos

La ciudad de Nueva York es como se suele decir un crisol de culturas. En la Gran Manzana, podrás encontrar barrios enteros en el que conviven comunidades de diferentes orígenes nacionales y étnicos. Una de las zonas más populares y con más historia es la Little Italy, la Pequeña Italia, una barriada en la que seguro, seguro, pondrás a prueba tus sentidos. En todos los sentidos.

Little Italy se encuentra situado en el Bajo Manhattan, entre las calles Canal y Houston y Lafayette y Bowery, en el límite con Chinatown. El lugar fue durante mucho tiempo la residencia de la población italiana de Nueva York, entre ella la que llego a la isla de Ellis en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

A finales del siglo XIX, Little Italy estaba habitada por más de 40.000 italianos que vivían como podían en casas de vecinos y entre callejones estrechos. En la actualidad, la gente de origen italiano que vive todavía en el lugar es sólo una pequeña proporción de la población de sus primeros tiempos. Es más, Little Italy ha sido asimilado por el crecimiento de la vecina Chinatown.

Razones para visitar Little Italy

Deberías visitar Little Italy por muchas razones. Por ejemplo, si eres un fanático de la arquitectura popular. En la zona, abundan los de la época de esplendor de Little Italy, los de finales del siglo XIX o de principios del XX.

Se trata de edificios de cinco o seis plantas, como los de Mulberry Street, que tienen cornisas muy bien adornadas, incluso en casas de vecinos bastante sencillas para lo que eran las posibilidades económicas del vecindario.

A menudo, los escaparates de vidrio formaban parte de estas casas de vecinos y de otros edificios de tipo industrial. Algunas de estas construcciones siguen en uso, vendiendo alimentos típicamente italianos, pasta o carnes, o, como sucede ahora más habitualmente, comercializando ropa en tiendas reconvertidas.

Hay que fijarse bien en estas construcciones para ver los hermosos trabajos en hierro que las decoran, las piedras labradas y ocasionalmente sus gárgolas talladas. Ni la comida de Little Italy ni la peculiar arquitectura de la zona decepcionan a los visitantes.

En el caso de los restaurantes, éstos son pequeños, coquetos, muy familiares, y suelen tener unas pocas mesas. Ofrecen una auténtica cocina italiana de mercado. Las panaderías abiertas en la zona son otros lugares a descubrir. En especial, la pastelería italiana.

Pero hay más. A mediados del mes de septiembre, el barrio de Little Italy se revoluciona con el Festival de San Gennaro, una celebración religiosa muy popular en Nueva York que festeja al santo de Nápoles, San Genaro. Tienen lugar una procesión, se despacha comida especial para la fecha y se organizan juegos en la calle. Toda una fiesta a la italiana.

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Little Italy.

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