El Port Vell de Barcelona no sólo es un espacio náutico para el amarre de yates y embarcaciones de lujo, sino un lugar de ocio de referencia en la capital catalana. Además, el visitante puede disfrutar de algunas atracciones culturales, como el Museo de Historia de Cataluña y el famoso Acuario de Barcelona. Como para perdérselo.
Antes de que se celebraran los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, el Port Vell de Barcelona era un lugar abandonado y con infraestructuras obsoletas. Una zona muy deteriorada con almacenes vacíos, vías ferroviarias, vertederos y construcciones industriales abandonadas.
No te engaño si te digo que el lugar fue de los espacios urbanos que más y mejor se transformaron. Con la remodelación del Port Vell, Barcelona se abrió nuevamente al mar, soterrándose las vías que circulaban por el entorno. Un amplio paseo peatonal, el Moll de la Fusta, unió, para bien, el Barrio de la Barceloneta con el Monumento a Colón y Las Ramblas.
Un puente peatonal de madera –la Rambla del Mar- conecta el centro de Barcelona, con las Ramblas y el Moll d’Espanya, donde se encuentra el Maremàgnum, un complejo con tiendas, cines, discotecas, bares y restaurantes. Justo detrás del Maremàgnum hay un teatro IMAX y es donde se localiza el Acuario de Barcelona del que te hablaba. Se trata de una zona muy animada por la noche, especialmente en los meses de verano.
Sí, el mayor atractvio del Port Vell es el acuario, uno de los más grandes de Europa. El acuario alberga unas ocho mil especies marinas, que incluyen tiburones, rayas, pulpos. En total, hay veinte piscinas que contienen seis millones de litros de agua de mar. La piscina 17 cuenta con un túnel de 80 metros de largo donde se pueden observar en vivo una gran variedad de peces del Mediterráneo, incluyendo tiburones.
Palau del Mar
De todos los almacenes que había originariamente en el Port Vell, sólo se mantuvo uno en pie. Es el que ahora se conoce como el Palau del Mar, que fue construido a finales del siglo XIX por Elies Rogent. Hoy, alberga oficinas, varios restaurantes que ofrecen marisco fresco y el Museo de Historia de Cataluña del que también te hablaba. La exposición permanente cuenta con varias salas organizadas por orden cronológico, desde la prehistoria hasta la actualidad.
Otro de los edificios singulares del Port Vell es el de la Autoridad Portuaria, construido en 1907 y que funcionaba como estación marítima. Al sur del edificio de la Autoridad Portuaria, está el de la Aduana, fechado en 1902. El muelle vecino, el Moll de Barcelona, lleva directamente al conjunto más grande y más moderno del Port Vell, el World Trade Center de Barcelona.
Frente al edificio del WTC, se sitúa la Torre de Jaume I. La torre soporta el sistema de cables del Transbordador Aeri, una infraestructura de transporte en cabina, con el que los visitantes pueden realizar recorridos aéreos espectaculares por el puerto de Barcelona. Otra torre, la de San Sebastián, en la Barceloneta, conecta la ruta aérea con la Montaña de Montjuïc.
En el otro extremo, en la zona noreste del Port Vell, una estatua muy llamativa creada por el artista pop Roy Lichtenstein se ha convertido en uno de los iconos de Barcelona. La figura, de catorce metros de altura, se denomina ‘El cap de Barcelona’ (‘La cabeza de Barcelona’).
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Port Vell de Barcelona.
