Columna de Marco Aurelio, pinturas romanas de pura piedra

La Columna de Marco Aurelio es una construcción antigua romana que se levanta en la Piazza Colonna, en la Plaza de la Columna, en el centro de Roma. Se trata de una columna de orden dórico que presenta relieves en espiral a lo largo de toda su altura levantada en honor al emperador Marco Aurelio. En esos relieves, se describen los triunfos militares del emperador del mismo modo en que lo hace la también famosa columna de Trajano.

Lamentablemente, una inscripción desaparecida en la que se dedicaba el monumento impide saber si la estructura fue levantada en tiempos de Marco Aurelio o es posterior. Si fue levantada como recuerdo de los triunfos sobre los pueblos marcomanos, quadis y samartianos sucedidos en el año 176 o se hizo tras la muerte del emperador en el 180. En todo caso, una inscripción aparecida en las cercanías parece, sólo parece, zanjar el asunto. La inscripción dice que la Columna de Marco Aurelio se terminó en el año 193. Mucho tiempo después.

Dentro de la geografía urbana de la Roma antigua, la Columna de Marco Aurelio se situaba al norte del Campo de Marte, en el centro de una plaza cuadrada. La zona, a su vez, se situaba entre el Templo de Adriano y el de Marco Aurelino que fue dedicado al recuerdo de su padre por su sucesor e hijo, el emperador Cómodo. De este templo, no queda nada. Los especialistas creen que el lugar exacto de su localización se corresponde con la actual del Palazzo Wedekind.

La Columna de Marco Aurelio tiene una altura de casi 40 metros y se alzaba originariamente sobre una plataforma de tres metros de alzada que fue enterrada en el suelo en la restauración de 1589. Fue una orden del papa Pío V y la restauración corrió a cargo de Domenico Fontana que adaptó la base de la columna a la altura del suelo en aquella época.

El mismo Fontana colocó en la parte alta una estatua de bronce del apóstol San Pablo que debía corresponder con la de San Pedro que se había instalado en la de Trajano en 1583. Probablemente, la estatua que coronaba la parte superior de la de Marco Aurelio era una representación de este emperador que ya no existía en el siglo XVI.

La restauración de la columna se llevó por delante los relieves dañados o destruidos de la base, que debieron ser decoraciones de guirnaldas en alusión a las victorias. Una inscripción añadida en esos años reconocía erróneamente a la columna con la de Antonino Pío. Una inscripción, que, en cualquier caso, también se ha perdido.

La columna consta de 27 ó 28 bloques de mármol de Carrara, cada una de ellas de 3,7 metros de diámetro. El interior de la columna está hueco y a través de ese espacio asciende una escalera que conduce a una plataforma situada en la parte más alta, como sucede con la Columna de Trajano.

Relieves

Los relieves cuentan la historia de las guerras danubianas y marubanas de Marco Aurelio (166-180). El relato en piedra de la columna empieza con el cruce del Danubio, probablemente en Carnuntum. No existe consenso, pero se cree que el relato de la expedición contra los marcomanos y los quadis de los años 172 y 173 están en la parte inferior de la columna y la de los sármatas de los años 174 y 175 en la parte superior.

Un episodio recogido por la historia romana, confirmado por la propaganda imperial y que se puede ver en la Columna de Marco Aurelio es el llamado ‘milagro de la lluvia en el territorio de los Quadi’. Una ruego del emperador a los dioses permitió el rescate de las tropas romanas azotadas por una gran tormenta. Un milagro que los cristianos hicieron suyo posteriormente.

A pesar del parecido con la Columna de Trajano, el estilo es totalmente diferente, como se puede ver en el Arco Triunfal de Septimio Severo. Los relieves de la Columna de Marco Aurelio se considera precursores del estilo efectista que dominará el arte representativo en el siglo III.

Las cabezas de las figuras son desproporcionadamente grandes para que el observador pueda interpretar más fácilmente las expresiones de las caras. También es verdad que las imágenes están talladas con más profundidad que en la Columna de Trajano. Por esa razón, las representaciones destacan mejor en condiciones de baja iluminación.

En la sucesión de imágenes, tras el incendio de las aldeas, se captura a niños y a mujeres que son desplazados. Los hombres son asesinados y la desesperación y el sufrimiento de los bárbaros se deja ver de manera palpable. Mientras, el emperador Marco Aurelio aparece en las mismas escenas como protagonista, controlando la situación en una actitud de superioridad.

El lenguaje simbólico es más claro, más expresivo, aunque pueda resultar muy simple a primera vista. Las escenas, que siguen un lenguaje pictórico, trasladan al observador la fuerza del dominio imperial, su autoridad y una justificación para su liderazgo.

En la Edad Media, subir a la Columna de Marco Aurelio era tan popular que la tarifa para acceder a la parte más alta se subastaba cada año. Hoy, sin embargo, no es posible ascender a la plataforma superior cuyas vistas dominan el frente del Palazzo Chigi.

Si vas a viajar a Roma, no dejes de ver la Columna de Marco Aurelio, te encantará. Si necesitas alojamiento, aquí tienes un listado de hoteles en Roma. Pásalo bien.

Columna de Marco Aurelio.

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