Museo Amstelkring: la extraña iglesia-buhardilla de Ámsterdam

Ámsterdam no deja de sorprender con sus curiosidades ocultas. Como la del Museo Amstelkring, que acoge el espacio de una vieja iglesia clandestina en su buhardilla ¿Qué cómo puede ser posible? Pues en los tiempos de la persecución católica, los fieles se refugiaban en sitios recónditos para seguir su culto. Apenas quedan unas cuantas de aquellas iglesias clandestinas en Ámsterdam, la más famosa, la del Museo Amstelkring.

La iglesia es conocida como la de Ons’ Lieve Heer op Solder, o lo que es lo mismo, la de Nuestro Señor de la Buhardilla. Y es que el culto católico fue prohibido y reprimido en los Países Bajos desde el año 1578. Así, los grupos de fieles sólo podían reunirse de manera clandestina en lugares insospechados. En el caso de la del Museo Amstelkring lo que se hizo fue unir las buhardillas de tres casas contiguas y hacer un único espacio en lo alto de las casas. ¿Insólito, no?

El templo clandestino fue construido por el comerciante local Jan Hartman (1619-1668) en 1661 y se mantuvo en uso desde que se terminó en 1663 hasta el año 1887 en el que se abrió al culto la nueva iglesia católica de San Nicolás.

En 1775, la construcción de amplió superponiendo dos galerías una encima de la otra que se unieron a la estructura del tejado con barras de hierro. Todo, para aumentar el espacio para más fieles. El museo actual abrió sus puertas en 1888, siendo uno de los más viejos de Ámsterdam.

Estancias

El  tiene varias estancias visitables. La primera que ve el visitante es la entrada en la planta baja y que conduce a una estrechísima escalera que conduce a la segunda planta. El segundo piso servía de vivienda al Hartman y a su familia

Es el acceso principal a la vivienda que ocupa la planta baja y primera. A través de una estrecha escalera se accede a la iglesia situada en la segunda planta. Una de las piezas más curiosas es la cama de la pareja empotrada en la pared y la decoración entelada de las paredes que data del siglo XVII. En la pared de la estancia cuelgan cuadros, el más destacado el de la Caridad de San Nicolás, de Cornelis de Vos (1640).

Una de las salas destacadas de este nivel es la del Sael, la estancia reservada a las recepciones. Mantiene fiel su estilo clásico holandés del siglo XVII. En el Sael, llama la atención la chimenea, un magnífico aparador decorado con cabezas de seres magníficos y cuadros de la misma época, como el de ‘La Festividad de San Nicolás’ del pintor Richard Brakenburgh. La entresala contigua era una pequeña habitación reservada para el capellán de la iglesia.

Por unas escaleras se sube finalmente a la iglesia. En ella, destaca el altar barroco que domina el espacio. Es obra del artista Jacob de Wit que lo terminó en 1715. Arriba están las galerías superpuestas comentadas con las que se ganó más espacio para los fieles. En esta zona se sitúa un órgano de finales del siglo XVIII que aún se emplea en los actos litúrgicos. El fuelle que alimenta de aire al órgano circula por una galería y el sistema de accionamiento se guarda en un armario adyacente. También llama la atención un púlpito de caoba retirable que se pliega cuando no se usa, sin duda para no ocupar espacio en un templo de reducidas dimensiones como este.

Para los curiosos, comentar que en la iglesia se puede ver un retrato del primer cura de la iglesia, el padre Petrus Parmentier (1599-1681) y del poeta local Joost van den Vondel. Un cuarto cercano servía para guardar la turba necesaria para alimentar los braseros de la iglesia en invierno.

No hay que perderse tampoco la capilla de Santa María que está detrás del altar mayor, un confesionario que parece un armario más, la habitación del Milagro de Ámsterdam, la Sala Jaap Leeuwenberg que hoy se utiliza para exposiciones y las dos cocinas, una del siglo XVIII con sus vistosos azulejos y otra del XIX.

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Museo Amstelkring, fachada principal.

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