París tiene dos palacios hermanados, sí, creo que se puede decir así. Unidos por un mismo origen. Y vecinos. Ambos están separados por unas decenas metros. Me refiero al Grand Palais y el Petit Palais.
Yo, si tengo que elegir, me quedo con el menudo, con el más pequeño, por su colección de arte. Por algo también hay quien lo llama el Mini Louvre. Ambos formaron parte de los recintos de la Exposición Universal de París de 1900 y sobrevivieron a los fastos.
Te cuento algo del Petit Palais, mi preferido. Su colección de obras de arte abarca desde los tiempos de la antigüedad a las creaciones del siglo XX. El Petit Palais fue reabierto en 2005 después de cuatro largos años de reformas.
Fíjate que el Petit Palais sólo iba a permanecer en pie el tiempo justo, el que durara la exposición. Y ahí está todavía. Cuando llegó la hora de derribarlo, los parisinos se opusieron. El conjunto es un magnífico edificio realizado en estilo Beaux-Arts que fue diseñado por Charles Girault.
Eclecticismo de libro
Presenta una fachada clásica con columnas jónicas muy características. Como sucede con muchos edficios en este estilo, se combinan, de manera más o menos armoniosa, elementos característicos de estilos griegos y romanos y de otra naturaleza, sobre todo en la ornamentación. Es un edificio ecléctico en toda regla.
Si los exteriores son extraordinarios, los interiores lo son, si cabe, todavía más. La función principal del palacio es albergar el Musé des Beaux-Arts (Museo de Bellas Artes) de la Ciudad de París y su colección de obras de arte únicas. Lo que te decía, un Louvre en miniatura.
La mayor parte de las creaciones pertenecen al legado de Auguste Dutuit que, buen previsor, tras su muerte, dejó fondos para adquirir más obras de arte. En total, el museo posee casi 12.000 obras, entre las que se incluyen pinturas, tapices, esculturas, objetos medievales, manuscritos raros, iconos, ilustraciones y un largo etcétera.
Tal vez lo más impresionante sea la colección de pinturas francesas de los siglos XVIII y XIX, que suman obras de Delacroix, Monet, Sisley, Coubert, Renoir y Toulouse-Lautrec.
Se puede visitar el Petit Palais por libre, pero las visitas guiadas permiten sacar todo el jugo a la historia del edificio y de las obras más destacadas. También se organizan actividades para niños. El acceso es gratuito, pero hay exposiciones temporales que son de pago. Una cafetería, una tienda de regalos y un hermoso jardín ofrecen alternativas para pasar un día maravilloso en París.
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Interior del Petit Palais.
