Villa Borghese, un mix floreado de la historia de Roma

Villa Borghese, por si no lo sabes, es el parque público más grande de Roma. Es lo más parecido a un refugio, sí, para los que quieren escapar del bullicio de la ciudad. El parque es enorme, tanto, como para contar con museos propios, además de decenas de fuentes, estatuas y templos que son construcciones únicas.

El parque de la Villa Borghese está ubicado al norte de la Plaza de España, siendo los accesos los de la Piazzale Flaminio, no muy lejos de la Piazza del Popolo, y la Porta Pinciana que está al final de la Via Veneto. ¿Te sitúas?

Algo de historia. La zona comenzó a organizarse en 1605, cuando el cardenal Scipione Borghese -sobrino del papa Pablo V- adquirió los terrenos agrícolas para convertirlos en un parque. Fue un paisajista contratado por el cardenal, un tal Domenico Savino da Montepulciano, el que convirtió el área del viñedo en un espacio geométrico con variedades de plantas.

Fue el primero de tipo geométrico que se creó en Roma. Los jardines rodeaban a una villa construida para el eclesiástico obra del arquitecto Flaminio Ponzino según un boceto salido de la mano del propio cardenal.

A finales del siglo XVIII, llegaron unas reformas del recinto que naturalizaron la extensión con la creación de un lago artificial que se situó en medio del parque. En una isla creada en el centro del lago se construyó un templo clásico dedicado a Esculapio, el dios de la Medicina.

Parque público

En 1903, la ciudad de Roma adquirió la Villa Borghese de la misma familia originaria para convertir el lugar en un parque público. En total, 80 hectáreas. En 1911, la Exposición Mundial celebrada ese año en Roma tuvo su espacio en los jardines de la Villa Borghese. De aquel tiempo, aun restan algunos pabellones que representaron a varios países participantes. El más llamativo es el Gran Bretaña, obra de Edwin Lutyens. También se pueden localizar los que pertenecieron a Suecia, a Egipto, Holanda, Bélgica, Rumanía, Dinamarca o Austria.

El parque de la Villa Borghese es conocido también como el ‘parque de los museos’. El más famoso, sin duda, es la Galería Borghese. En él, se pueden ver obras de Canova y de Bernini, incluida una obra maestra de este último escultor: ‘El rapto de Proserpina por Plutón’. La Galería igualmente cuenta con obras de maestros de la pintura de primera fila como Rafael, Tiziano o Rubens.

Otro museo es el de la Galeria Nazionale d’Arte Moderna que se encuentra dentro del recinto de lo que fue la Exposición Mundial de 1911. La exposición permanente alberga pinturas de los siglos XIX y XX, sobre todo de artistas italianos.

No muy lejos de la Galería Nazionale d’Arte Moderna se encuentra el Museo Nacional Etrusco. Muestra una colección de piezas preromanas, sobre todo etruscas, que se en contraron en excavaciones en los alrededores de Roma.

El museo se encuentra en Villa Giulia, un palacete construido en 1553 como residencia de verano del papa Julio II. El parque cuenta del mismo modo con un anfiteatro, la Piazza di Siena, un arco del siglo XVIII, el arco de Septimio Severo y un precioso jardín botánico.

Entre las estatuas del recinto, merece la pena ver las estatuas de Tritón que se parecen mucho a las de la Fontana del Moro de la Piazza Navona. Los originales fueron trasladados de la plaza al parque; los tritones de la fuente de la Plaza Navona son réplicas del siglo XIX.

Villa Borghese es un mix floreado de la historia de Roma. Si quieres descubrir sus valores, acércate a Roma, y alójate eligiendo bien, por ejemplo, entre esta lista de hoteles en Roma que ponemos a tu disposición.

Villa Borghese

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